lunes, 2 de noviembre de 2009

SEGURIDAD Y JUSTICIA EN MÉXICO

La situación profesional y de compromiso personal del Dr. Alejandro Gertz Manero, es positivamente atípica y de excepción.

Muchos ciudadanos creemos que sólo se puede transitar en el compromiso social de dos maneras:
a) Haciendo política social como directivo de una asociación civil, no lucrativa, con labor en nuestra región; o, cuando hay condiciones,
b) Participando en la vida pública político-partidista.

Y menciono a detalle esta expresión porque siempre me encuentro alguien que me dice que está activo en alguna organización apolítica. ¿Perdón? ¿Participas en tu sociedad y no haces política?

Decían los griegos que sólo los idiotas no hacen política; es decir, los ensimismados, los egoístas, los que no les importa lo que está pasando, ni se preocupan por la calidad de vida de su familia, del buen desarrollo de su empresa o donde trabajan y de la economía de la región en donde viven.

Pues regresando al Dr. Gertz Manero, el combina su vida como Académico, como funcionario público y como Político. Complejo ¿No?

El jueves 7 de Mayo estuvo en Veracruz el ex secretario de Seguridad pública de México a principios de esta década, Gertz Manero, quien manifestó que:

1. La inseguridad en México ha crecido desmesuradamente los últimos 4 años;
2. Las crisis de seguridad van en relación directamente proporcional al desarrollo económico de un país. O sea, a las crisis económicas:
3. El mal reparto de oportunidades económicas y riqueza, agudiza el problema:
4. Somos un país que pasó de ser tránsito de drogas a alto consumidor de las mismas -los delitos por narcotráfico se han incrementado en un 700%- lo que genera la lucha de los traficantes por calles, escuelas y hasta ciudades o regiones, creando mayor delincuencia;
5. No sólo es un problema entre adictos y narcotraficantes, pues el que consume drogas y no tiene con que pagarlas, siendo adicto multiplica los delitos y la delincuencia al buscar dinero para su adicción;
6. El fenómeno social, económico y del sistema de justicia no funcionan, a pesar de que, desde la época de Zedillo se han asignado más de 200 mil millones de pesos a los cuerpos policíacos (una cifra sin paralelo en la historia de México) y, parece, que entre más dinero, más mal nos va;
7. México tiene más de 500,000 policías, lo que representa la mayor cifra per cápita, pero con la menor eficiencia;
8. En general, no es problema de salarios, sino de estructura. Los sueldos de los directivos y la mayoría de los cuerpos policíacos están en los mismos niveles de otros países en donde si hay seguridad. (Los Carabineros de Chile son la institución más querida de su país y ganan lo que nuestros policías);
9. En Singapur el índice de seguridad es de los más altos, pero los policías se reúnen DIARIAMENTE con los ciudadanos a quienes sirven- a quienes cuidan- para darles cuentas de sus asuntos: “Cuando la autoridad y la ciudadanía se unen, no cabe ni un delito en medio”, dice Gertz. Esto no ocurre en México ya que, generalmente, no conocemos al policía de nuestra zona;
10. Los ciudadanos si rendimos cuentas a nuestras autoridades de manera regular, al pagar impuestos, derechos, cuotas,…

Y así, el también rector de la Universidad de las Américas en la ciudad de México, y Presidente del CENEVAL, dio cifras:

- En México se cometen alrededor de 12 millones de delitos al año.
- De estos, 8 millones son por robos.
- De los 12 millones, sólo 1.5 se denuncian ante el Ministerio Público (MP).
- De estos, el MP sólo consigna 250 mil (18% del total).
- De ellos sólo obtienen sentencia condenatoria 190 mil.
- De los robos, el 90% son menores de 8 mil pesos. Lo que quiere decir que los afectados, en gran medida, son los más desprotegidos de la sociedad.
- Las ejecuciones en los últimos 3 años, han superado las 5,000 (o sea, un poquito más que la influenza, ¿No?)
- Los costos de inseguridad son 120 mil millones de dólares (15% PIB anual).

Estos datos indican que el 98% de los delitos cometidos en México quedan impunes convirtiéndonos en uno de los campeones mundiales de impunidad y criminalidad, per cápita; y que los costos de este cáncer, generan enormes pérdidas y reducción en los niveles de calidad de vida de los mexicanos.

Todo esto por la estructura torcida, manipulada y compleja de nuestro sistema de Seguridad y de justicia, lo cual podemos leer en su libro “SEGURIDAD Y JUSTICIA. SI SE PUEDE”.

Las propuestas, fáciles de leer y comprender –por el formato del libro y el disco compacto que contiene- ya han sido presentadas al congreso desde 2003 pero, como sucede con las soluciones que no son del interés de los partidos tradicionales, se encuentran en la “congeladora legislativa”; siguen enlatados.

No es, según mi visión, crear nuevas leyes, sino hacer una total reingeniería de las leyes existentes y complementarlas con otras de gran beneficio colectivo.

Al fin de cuentas, según Maslow, la prioridad individual es nuestra seguridad física y la de nuestros seres queridos, y lo menos que podemos esperar de quienes son nuestros empleados tanto en el gobierno federal, estatal, municipal, en los tribunales, los órganos de justicia y el congreso, es que nos den la tranquilidad de que podemos vivir con libertad y tranquilidad.

¿O no es lo mínimo que tú pedirías?

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